martes, 30 de junio de 2015

Denuncia de una sustracción.




Una denuncia de una sustracción llevada a cabo en un huerto cercano, ¿Cómo estaría el percal? un buen avío para los amantes de lo ajeno y con un par de narices es como se quedaron los dueños de lo desaparecido.


Publicado el día 20 de Marzo de 1905.







viernes, 26 de junio de 2015

El Regionense, colegio de Llerena.




Otro colegio en Llerena, el Regionense, buenos catedráticos, buenos alumnos y buenos resultados académicos según el corresponsal,


Publicado el día 21 de Junio de 1883.







lunes, 22 de junio de 2015

¿Aeropuerto en Llerena?




Pues sí, querían hacer un campo de aterrizajes y digo yo que también serviría para despegues, vamos no sólo para el despegue de Llerena que hubiese sido todo un puntazo.
Y otra noticia, varios señores hacen gestiones para una plaza de toros, que arte , pero que arte tienen en Llerena...


Publicado el día 10 de Abril de 1928.


 
 

 

 

jueves, 18 de junio de 2015

Los Adoradores de Llerena.



Veinticuatro Adoradores y su Director Espiritual celebran la Fiesta de la Adoración en Ahillones, Vigilia de propaganda y Fiesta de las Espigas, y les acompañaron tambén la Banda de Música de Llerena.
Antigua fiesta de Ahillones donde colaboraban este grupo de llerenenses y la Banda.


Publicado el día 1 de Junio de 1928.











lunes, 15 de junio de 2015

Conferencia del Sr. Leal Ramos en el Casino




El Casino Llerenense organizaba asiduamente actos culturales, principalmente series de conferencias, he aquí la noticia referente a una de ellas, la que dio el Sr. León Leal Ramos.


Publicado el día 11 de Junio de 1924.









D. León Leal Ramos

 El cacereño León Leal Ramos nace el 11 de Abril de 1.881, en el seno de una familia acomodada de clase media. De su padre, dedicado a la enseñanza, hereda su especial sentido didáctico, su claridad expositiva y su locuacidad. Estas virtudes pronto se revelarán desde su infancia y primera juventud y darán forma a un joven inquieto y vivaz que desarrolla tempranamente desde su etapa estudiantil  una honda preocupación social que sería su estandarte y vocación durante toda su vida. Con 15 año finaliza sus estudios de enseñanza media y marcha a la Universidad de Salamanca para estudiar Derecho, carrera que finaliza brillantemente en 1.902, siendo distinguido con la obtención del premio extraordinario de Licenciatura. El mundo de la judicatura pronto se convertirá para el inquieto cacereño en el instrumento adecuado para materializar las ideas reformistas que en materia social va madurando . Durante su estancia en Madrid, convertida en este momento en hervidero de ideas regeneracionistas, a donde acude con la intención de doctorarse, cobra protagonismo entre los círculos reformistas de ideas católicas  y se revela como audaz cultivador del pasatiempo intelectual de la época, “el arbitrismo” . Su verbo fácil y su riqueza de ideas le catapultan a foros de debates y a encuentros académicos en los que expone las líneas maestras de su pensamiento social, cuyo epicentro radica en la inexistencia de instituciones de crédito y la descapitalización del medio rural[3].
A su vuelta a Cáceres, circunscribe sus actividades sociales en la esfera del catolicismo social merced a su cargo de Presidente del Consejo Diocesano de las Corporaciones Católico-obreras, bendecida por las autoridades eclesiásticas y nacida bajo los auspicios de destacadas personalidades de la vida social cacereña bajo una clara inclinación paternalista.
Es en este momento cuando se afianza la amistad que había trabado ya en Salamanca con el periodista itinerante Manuel Sánchez Asensio, quien por aquel entonces representaba la voz más contundente  del círculo de la intelectualidad católica cacereña y se le reconocía por su habilidad para generar hondas polémicas en su seno.
Años más tarde, cuando rememoraba su trayectoria vital desde su lúcida senectud en aquellos breves artículos autobiográficos aparecidos en el Diario “ Extremadura” bajo la denominación genérica de “Ráfagas” , evocaba estos momentos de profunda militancia católica y advertía como el  intransigente pensamiento de Sánchez Asensio, de  claras inclinaciones integristas le enajenaba el apoyo de sus correligionarios y le sumía en profundas dificultades  económicas. Sin embargo, la impronta de Asensio estuvo patente en la faceta propagandística y publicistíca de León Leal y bajo su consejo adquirió conciencia  de la importancia de los medios de comunicación para la difusión de su pensamiento.[4]
 En este sentido, considerando como prioritaria la divulgación del ideario católico en materia social funda la publicación “ La Acción Social”, órgano de expresión del Consejo Diocesano de Acción Católica, en la que difundió sus ideas renovadoras y comprometidas con la acción social hasta el cese de su publicación en 1.909.
Su ingreso en el mundo de la judicatura ensanchó notablemente sus horizontes reformadores en materia social ya que desde su cargo de abogado  fiscal en la Audiencia Territorial  conocía de primera mano los entresijos, motivaciones y consecuencias de la dimensión delictiva en el mundo rural y su directa imbricación con la cuestión social, a cuya solución pronto dedicó sus desvelos. En efecto, protagonista directo de varios procesos incoados en la Audiencia Territorial de Extremadura por hurto de frutos y cargas de leña, pronto se percató de que el predominio y la extremada frecuencia de los atentados contra la propiedad  en Cáceres escapaban de los patrones etiológicos más habituales que conducían a las prácticas delictivas y advertía la naturaleza social de las mismas. Así, serían las estrecheces de las clases humildes en el medio rural, tradicionalmente alejado del marco de actuación benéfico-asistencial, y su permanente ausencia de capacidad adquisitiva las que en última instancia empujarían a estos sujetos a realizar este tipo de actividades “ en cuya casi totalidad pudiera y debiera apreciarse al menos la atenuante de necesidad que ya va siendo estimada con frecuencia por la Sala de lo criminal de aquella Audiencia” .[5]
Durante estos años León Leal alternó sus obligaciones profesionales con su pasión vocacional por el análisis de las realidades sociales circundantes, apoyando, cuando no dirigiendo cualquier iniciativa que redundara en el mejoramiento moral y material de sus conciudadanos. A estos fines desplegó una intensa labor propagandística de su pensamiento cristiano, impartiendo conferencias, publicando artículos y en definitiva encabezando el movimiento de renovación cristiana en la ciudad cacereña que tuviera un contenido social. En esa labor, su optimismo contagioso, su ilusión desbordante y en suma su crédito como analista social le granjearon el reconocimiento de la clase dirigente, la misma a la que trataba de comprometer y concienciar en la resolución de estas cuestiones. Consecuente con su idea de que la teoría debía materializarse en acciones concretas, intentó ponerla en práctica con la colaboración de la autoridad y los miembros más honorables de la vida municipal cacereña , de la inestimable colaboración de su amigo, el citado Manuel Sánchez Asensio junto al esfuerzo del Secretario de la Junta Local de la Liga Catolica,  Casto Ibarlucea El esfuerzo conjunto bajo la batuta de León Leal cristalizó en la ejecución del más destacado proyecto ansiado por el abogado cacereño, la fundación de la primera institución de crédito basada en los ideales benéficos  de armonía social postulados por la Iglesia. De esta manera, el 19 de Marzo de 1.906, coincidiendo con la celebración del patrono de Cáceres, San Jorge, se inauguraba la Caja de Ahorros y Monte de Piedad  bajo el patrocinio de la Liga Católica de la ciudad.[6]
El nacimiento de este organismo representaba la respuesta de todos aquellos que venían denunciando la práctica inhumana de la usura desproporcionada y sus perversos efectos sobre las clases menos favorecidas, obligadas a recabar sus servicios ante la ausencia de entidades de crédito adecuadas a sus ingresos. Habida cuenta del importante papel social desempeñado por esta institución benéfica, fueron numerosas las personalidades de la vida cacereña las que se implicaron en el proyecto y contribuyeron bien mediante donativos o participando directamente en su capital social como accionistas[7]. El capital inicial con el que disponía para comenzar sus operaciones era de 19.395 pesetas, de las cuales 1.000 habían sido donadas por Alfonso XIII en ocasión de su visita a Cáceres.
Tras su fundación, la Caja  de Ahorros desempeñó un importante papel capitalizador   en la vida de los cacereños tal y como mostraría la contabilidad de su primer ejercicio económico, que concluiría con la apertura de 334 libretas de ahorro que sumaban 33.249 pesetas y los nimios beneficios obtenidos daban cumplida cuenta de la misión asistencial y caritativa de la institución. La Memoria de la Caja de Ahorros publicada en 1.910 ratificaba esta tendencia e insistía en que se estaban implantando los hábitos de ahorro y previsión como válvulas de escape para conjurar las posibles contingencias e imprevistos. Pero también reseñaba el aumento de la  inversión, dando así una utilidad real al dinero en lugar de dedicarlo a fines improductivos o poco provechosos. El número de imposiciones reflejaba plenamente la extensión de estas virtudes tal y como muestra el incremento de sus depósitos en relación con las imposiciones de pequeña cuantía que se habían triplicado en un año toda vez que el grueso de los beneficiarios eran pequeños ahorradores. También aumentaron notablemente el resto de imposiciones de mayor relieve. Por lo que se refiere al Monte de Piedad, éste constituía un órgano de especial funcionalidad social  en momentos de precariedad y donde la caridad, como instrumento de solidaridad, era llevada a sus últimos extremos. Por esta razón este servicio era el más utilizado por las capas sociales más desfavorecidas. El aumento sensible de los empeños de efectos materiales, fundamentalmente ropa, sobre alhajas y otros objetos valiosos nos sitúa en la desgarradora realidad de las condiciones de vida de las clases bajas, obligadas a empeñar objetos de escaso valor ( por lo general no excedían de cinco pesetas) para salvar sus apuros más perentorios[8].
Hasta ahí el alcance social tan importante de esta institución crediticia de  carácter benéfico diseñada e inspirada por León Leal Ramos.
Su labor de propagandista de las excelencias del ahorro y de la previsión como soluciones destinadas a acabar con la usura, el principal mal que aquejaba a las clases menesterosas, encontraba otra base argumental en los beneficios que ambos pilares traerían como fuentes de riqueza material y dignidad moral. Siguiendo esta línea de actuación, tuvo una participación notable en la fundación del Instituto Nacional de Previsión ( 1.910). En 1.911, como reconocimiento a su profundo activismo tras lograr la apertura de 11.000 libretas- pensión fue condecorado con la Medalla de Plata de la Previsión por dicho organismo. No fue ésta la única muestra de favor personal que recibió. Su talante honesto y comprometido le valió la fervorosa adhesión de sus conciudadanos y la respetabilidad de aquellos que no creían en su función social. En cualquier caso su figura pública  no dejaba a nadie indiferente y pronto se convertiría en referente emblemático de la vida cacereña durante la primera mitad del siglo XX, ligado a sus avatares y problemas.
En 1.921, a su cargo de Director Gerente de la Caja de Ahorros de Cáceres sumó el de consejero delegado de la nueva institución de crédito de ámbito regional, la Caja Extremeña de Previsión Social.
Durante todos estos años no dejó de concurrir allí dónde se abordaban temas sociales, ya se tratase de foros regionales o encuentros nacionales para impartir conferencias y compartir disertaciones, manteniendo en todo momento la coherencia  doctrinal que había sostenido siempre, quizás algo tamizada por los vertiginosos cambios económicos, sociales y culturales que tuvo que presenciar a lo largo de su dilatada andadura vital y cuyas aportaciones en el plano de la mentalidad o en la escala de valores le hacían adoptar una postura más crítica, combativa y finalmente, integrista.
Al final de su intensa vida, liberado de sus responsabilidades oficiales y retirado de la vida pública, adoptó una actitud de paciente recapitulación de lo vivido, ensimismándose  en sus recuerdos y vivencias pero alejándose del modelo convencional del simple repaso autobiográfico y de la erudición de pretensiones historicistas para ofrecer un relato impresionista trazado de pequeñas estampas intrahistóricas, autodenominadas genéricamente “Ráfagas” en las que contemplar bajo su prisma el pálpito vital de su ciudad, Cáceres, a lo largo de medio siglo. En sus “Ráfagas”, aparecidas primero en el Diario “Extremadura”  y compendiadas más tarde en una publicación como homenaje póstumo a su memoria, este perspicaz observador de la realidad, como le apostilla Antonio Floriano en el Prólogo, retrata en clave realista personas, calles, sentimientos, anhelos, costumbres, emociones, todo el microcosmos cacereño con el hilo argumental de sus evocaciones más personales. Éstas sólo aparecen sublimes y solemnes tras el convencimiento de quien tan sólo tiene por certeza el paso del tiempo, el pasado por toda identidad. Este momento anuncia la llegada del merecido tributo y en el caso de León Leal, éste es de incuestionable realidad y es que a estas alturas  había atesorado multitud de muestras de deferencia y gratitud (Medalla de Oro de la Previsión en 1.946, Medalla de Oro de la Mutualidad Escolar al año siguiente, Medalla del Mérito en el Ahorro etc..) Pero sin duda el mayor reconocimiento a su labor de apostolado social y de  lucha por la causa de los humildes desde la óptica católica le llegó en forma de Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo otorgada en el Consejo de Ministros celebrado el 23 Agosto de 1.957.
Murió el 6 de Febrero de 1.959, tras permanecer 46 años al frente de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cáceres.




jueves, 11 de junio de 2015

Algunas notas llerenenses



Notas llerenenses de finales de 1909, críticas al nuevo consistorio elegido que parece ser el mismo de siempre y que le hace una jugarreta al "Liceo"; la próxima paternidad de Domínguez y una petición de mano y su consiguiente felicitación.


Publicado el día 8 de Diciembre de 1909.



 
 




 




 

jueves, 4 de junio de 2015

D. Arturo Gazul de Uclés




D. Arturo Gazul de Uclés, médico y poeta; padre de Arturo Gazul Sánchez Solana.


 
 
 
 
Publicado el día 10 de Noviembre de 1890 en la revista "El Iris".
 
 

 

lunes, 1 de junio de 2015

Carta sin franquear de Dª Soledad Martín y Ortíz de la Tabla




Carta en verso de la poetisa Dª Soledad Martín y Ortíz de la Tabla  con el pseudonimo de "Julio" publicado en el periódico llerenense "El Curioso Extremeño", dicho periódico estaba dirigido por su esposo D. Pablo Fernández Grandizo y Niso y donde ella colaboraba activamente tanto con el pseudonimo ya mencionado como con el otro que era "Victorina" y también firmaba con su propio nombre.


Publicado el día 25 de Noviembre de 1905.













Cabecera del periódico "El Curioso Extremeño"