Una pésima cacería en la hacienda de Cantalgallo con la presencia del Infante D. Carlos y las peores escopetas de Sevilla se cobraron menos de la mitad de piezas de caza que el año anterior, eso sí, esta vez se cargaron a un perro.
Publicado el día 13 de Enero de 1929 en el diario "Correo Extremeño".
El Infante S.A.R. D. Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Orleans